Declaración Pública: Día de la Laicidad en Uruguay, 19 de Marzo

A la ciudadanía:

Hoy, de acuerdo a la ley Nº 19.626 de 2018, se celebra el Día de la Laicidad en Uruguay,  conmemorando el natalicio del educador José Pedro Varela (Montevideo, 1845), que lideró la reforma educativa a partir de la cual se consagraron los principios de laicidad, gratuidad y obligatoriedad en la educación pública.

La libertad de conciencia de las personas, garantizada por la laicidad del Estado, es el sustento fundamental de la democracia republicana, pues es a partir de ella que se puede ejercer la ciudadanía en plenitud. 

Varela señalaba que “la educación, que da y exige el Estado, no tiene por fin afiliar al niño a ésta o a aquella comunidad religiosa, sino prepararlo convenientemente, para la vida de ciudadano. [] La escuela, establecida por el Estado Laico, debe ser laica como él.” [] Sucede lo mismo con respecto a la política: la escuela no se propone enrolar a los niños en éste o aquel de los partidos, sino que les da los conocimientos necesarios para juzgar por sí y alistarse voluntariamente en las filas que conceptúen defensoras de lo justo, de lo bueno.” 

Luego de un rico proceso de construcción secularizadora, que encuentra su cúspide institucional con la Constitución plebiscitada en 1918 y que entra en vigencia en 1919, teniendo algunos hitos destacables, entre ellos: 1- el nomenclator laico de calles y plazas de Montevideo (1843), 2- la secularización de los cementerios (1861), 3- la ley de educación impulsada por J. P. Varela (1877), 4- la ley de registro civil (1879), 5- el matrimonio civil obligatorio (1885), 6- el retiro de los crucifijos de los hospitales públicos (1906), 7- las leyes de divorcio, la última, por sola voluntad de la mujer (1907, 1913), 8- la eliminación de las clases de catecismo en la educación pública (1909), 9- la prohibición de militares de asistir a ceremonias religiosas en carácter oficial y eliminación del cargo de capellán (1911), Uruguay instituye la laicidad como principio rector de convivencia social y política.   El texto constitucional uruguayo consagra simultáneamente la libertad de cultos y la laicidad del Estado; esto significa que las personas y las diferentes concepciones tienen garantizada la libre expresión y manifestación de sus ideas, pero el Estado se abstiene de interferir en las convicciones de la ciudadanía. El art. 5º de la Constitución de la República establece de forma clara y precisa estos preceptos: “Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna.”

En el marco de un nuevo ciclo electoral en nuestro país, que comienza con las elecciones internas de los partidos políticos en junio de este año y culmina con las elecciones departamentales en mayo de 2025, la Asociación Civil 20 de Setiembre, la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores, la Asociación Civil Trazos, integrantes de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento,

Declaran:

  1. Reafirmar la necesidad de consolidar la institucionalidad democrática, republicana y laica, en el entendido que ella brinda las herramientas para la construcción de ciudadanía, creándose así condiciones para lograr conquistas relacionadas con la emancipación humana y el compromiso consciente de su defensa.
  2. Llamar al sistema político, a los partidos y a los militantes de los mismos, a responsabilidad en la defensa de la institucionalidad republicana y laica. Instar a que refuercen o incluyan en sus plataformas electorales -en caso que no esté presente- la defensa del principio de laicidad del Estado. Su compromiso al respecto es de vital relevancia. 
  3. Mantenerse alertas ante los intentos oportunistas y demagógicos de algunas concepciones religiosas que a través de diferentes mecanismos, buscan colonizar el Estado, estableciendo de esa forma condiciones de dominación y privilegio, y simultáneamente de segregación hacia otras expresiones de la sociedad que son expresamente excluidas.
  4. Mantenerse alertas también, ante los intentos de violación de la libertad de conciencia del estudiantado y la utilización de las instalaciones y recursos públicos con fines político partidarios. La laicidad debe ser un bien respetado y garantizado por todos los protagonistas del sistema político. 
  5. Reafirmar el compromiso en la defensa de la educación pública laica y de calidad, y promoviendo que el Estado no financie a las instituciones educativas privadas, sea en forma directa o indirecta a través de mecanismos de exoneraciones tributarias o de “renuncia fiscal”. 
  6. Llamar a la ciudadanía a asumir el compromiso en la defensa de la institucionalidad laica, pues solo ella es la verdadera depositaria de la soberanía y por lo tanto, del control de las instituciones.
  7. Reafirmar el compromiso de las asociaciones firmantes de mantener en alto la antorcha de la defensa de estos principios, que son garantía de armonía, fraternidad, paz social y convivencia democrática y tolerante. 

Asociación Civil 20 de Setiembre; Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP); Asociación Civil Trazos; Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP)

Declaración Pública: DÍA DE LA LAICIDAD EN URUGUAY, 2023

A la ciudadanía:

En la fecha de hoy se cumple un nuevo aniversario del natalicio José Pedro Varela. En homenaje a su labor y compromiso en la construcción del principio de laicidad – parte sustancial del tríptico republicano junto al de gratuidad y obligatoriedad de la escuela pública, la ley Nº 19.626 de 2018 consagra al 19 de marzo como Día de la Laicidad en Uruguay.

Este principio fundamental para la democracia republicana es fruto de un rico proceso de construcción que comienza en el período artiguista, prosigue con la ley de nomenclator de Montevideo de 1843 durante la presidencia de Joaquín Suárez, la secularización de los cementerios en 1861 (presidencia de Bernardo Berro), la ley de educación de 1877 impulsada por el propio José Pedro Varela, las leyes de registro civil de 1879 y de matrimonio civil obligatorio de 1885. Y que continuaron con todas las reformas laicistas del período llamado “batllista” desde comienzos del siglo XX: leyes de divorcio, eliminación de los símbolos religiosos en las instituciones estatales, prohibición para los militares – en carácter oficial – de participar en ceremonias religiosas, eliminación del cargo de capellán, la eliminación definitiva del catecismo de la educación pública por ley de 1909 durante la presidencia de Williman, que culminan con las leyes de feriados laicos y la instauración del Estado Laico con la reforma constitucional que entra en vigencia en 1919 la cual en su artículo 5º consagra: “Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna.”

A partir de entonces, y hasta ahora, la laicidad se ha consagrado como la viga maestra que sostiene el andar democrático en nuestro país, a pesar de los intentos que regularmente surgen desde diversos colectivos sociales, políticos o religiosos, de despojarla de su carácter esencial que la consagra como un principio esencial de nuestra institucionalidad republicana.

La educación laica es un cimiento fundamental en la construcción de ciudadanía y por extensión, de la democracia republicana. José Pedro Varela asociaba en forma clara y contundente la generación del libre pensamiento y libertad de conciencia al concepto de laicidad: “La educación, que da y exige el Estado, no tiene por fin afiliar al niño a ésta o a aquella comunidad religiosa, sino prepararlo convenientemente, para la vida de ciudadano. (…) La escuela, establecida por el Estado laico, debe ser laica como él.” (…) Respetando la libertad de conciencia, como una de las más importantes manifestaciones de la libertad individual, se reconoce en el ciudadano el derecho de profesar las creencias que juzgue verdaderas. Sucede lo mismo con respecto a la política: la escuela no se propone enrolar a los niños en éste o aquel de los partidos, sino que les da los conocimientos necesarios para juzgar por sí y alistarse voluntariamente en las filas que conceptúen defensoras de lo justo, de lo bueno.” Estos principios, hoy, siguen tan vigentes como en los días que fueran formulados, y podemos señalar con legítima satisfacción ciudadana, que los mismos han devenido en factor de identidad nacional, y han sido – en general – respetados por los diversos actores cívicos de nuestra sociedad, lo que nos da fortalezas como colectivo.

La laicidad del Estado y como principio rector en la educación es fundamental porque es clave en la construcción de ciudadanía, integración social, Democracia y República. Es la mejor herramienta para forjar conciencia y pensamiento libre, armonía y paz social. Una ciudadanía de personas capaces de ejercer su libertad de conciencia y que la misma sea respetada, tiene mejores posibilidades de enfrentar los signos de desintegración, fractura y violencia social que amenazan a nuestras sociedades contemporáneas. La educación por sí sola no puede resolver todos los problemas sociales, pero es indispensable para promover una ciudadanía consciente capaz de expresar su voz sobre los diversos asuntos que la conciernen, de manera de evitar, asimismo, las presiones sobre el Estado de diferentes grupos de interés o poderes fácticos.

Por ello, las asociaciones firmantes

Declaran:

  1. Reafirmar el compromiso en la defensa y consolidación de la institucionalidad democrática, republicana y laica, en el entendido que ella brinda las herramientas para la construcción de ciudadanía, generándose en consecuencia, condiciones para conquistas relacionadas con la emancipación humana y el compromiso consciente de su defensa.
  • Promover la defensa de los principios de laicidad, gratuidad y obligatoriedad en la Educación Pública, como tríptico fundamental en la construcción de ciudadanía, armonía, integración y paz social. 
  • Reafirmar el compromiso con la defensa de la educación pública laica y de calidad, sosteniendo la posición tradicional del Estado laico de no financiar a las instituciones educativas privadas, sea en forma directa o indirecta a través de mecanismos de exoneraciones tributarias o de “renuncia fiscal”.
  • El compromiso de defender el espacio público como el ágora que comparte toda la ciudadanía y sobre el cual tienen derecho al uso y goce todas las personas, sin distinciones, sólo en el respeto de la ley. En él, ninguna organización religiosa tiene derecho a apropiarse o convertir en privado, algo que es de todos. Por esta razón, estamos absolutamente opuestos a la implantación de imágenes religiosas en el espacio público, como se está promocionando en los últimos años por parte de organismos religiosos.
  • Llamar – por consiguiente – a las autoridades políticas y administrativas departamentales y municipales a conservar el espacio público como un bien común de toda la sociedad.
  • Llamar la atención al sistema político, a los partidos y a los militantes de los mismos, a acerca de la responsabilidad que les cabe, como representantes de la ciudadanía, en la defensa de la institucionalidad republicana y laica, por lo que les llamamos a tenerlo en cuenta tanto en sus discursos como en sus acciones. Una práctica que vaya contra esto, es un camino irreversible que sólo podrá traer fragmentación, polarización y enfrentamientos en perjuicio de la armonía democrática y social.
  • Llamar a la ciudadanía a asumir el compromiso en la defensa de la institucionalidad laica, pues solo ella es la verdadera depositaria de la soberanía y por lo tanto, del control de las instituciones.
  • Reafirmar el compromiso de las asociaciones firmantes de mantener en alto la antorcha de la defensa de estos principios, que son garantía de armonía, fraternidad, integración, paz social, y convivencia democrática y tolerante.

Asociación Civil 20 de Setiembre

Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP)

Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP)

Carta Abierta al Congreso de Intendentes y a las Autoridades Departamentales del Uruguay

Uruguay, enero de 2023

Sr. Presidente del Congreso de Intendentes, Tec. Agr. Fernando Echeverría,

Sras. y Sres. Intendentes;

De nuestra consideración.

La Asociación Civil 20 de Setiembre y la Asociación Uruguaya de Libre-Pensadores, integrantes de la Asociación Internacional del Librepensamiento, saludan a las Autoridades Departamentales del Uruguay deseándoles una feliz y fructífera gestión para el año que comienza.

Nuestras Asociaciones entienden que la democracia republicana y laica se ha construido a partir del aporte, acuerdos y compromiso de todos los integrantes de la sociedad, sin imposiciones de ninguna naturaleza, siendo este factor una de sus mayores fortalezas.

La institucionalidad laica le brinda al respecto, a todo el cuerpo social y a cada una de las personas que lo integran, las garantías del absoluto respeto a las identidades particulares, constituyendo un ágora de convivencia pacífica en el que personas de todas las convicciones ideológicas, políticas y religiosas, y de todas las pertenencias sociales, comparten el mismo espacio y se comprometen a resguardarlo de dogmatismos y preeminencias, siendo la expresión del Bien Común de la sociedad.

La síntesis jurídica e institucional de este contrato social se manifiesta de forma clara y contundente en el Art. 5º de la Constitución de la República:

“Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna”.

Mediante estas premisas, se garantiza la libre expresión de todas las organizaciones y convicciones religiosas de las personas, y simultáneamente, la abstención del Estado en manifestar preferencias hacia una expresión religiosa en particular o a todas en general. “El Estado no sostiene”, implica decir que no auspicia, no apoya, no financia a ninguna religión.

A partir de estos compromisos expresados en el contrato institucional que todos los integrantes de la sociedad uruguaya nos hemos dado, se desprende que el Estado – incluyendo las Intendencias y gobiernos municipales -, así como el espacio público, debe preservarse de toda imposición y colonización particularista. El Estado y el espacio público no debe ser un lugar para la competencia en la captación de fieles, ni la apropiación o confiscación de algo que es de todos para transformarlo en un espacio de adoración particular.

La República laica es el espacio de todos, en el que creyentes y no creyentes, y ciudadanía de todas las convicciones y pertenencias, se pueden expresar libremente, brindándose al respecto todas las garantías para la convivencia pacífica y armoniosa. En este sentido, las diferentes organizaciones pueden expresarse en sus respectivos ámbitos privados e incluso en el espacio público, cumpliendo los requisitos jurídicos pertinentes – autorización de actividades, siempre que se respete el orden y la convivencia pacífica – pero sin apropiarse del mismo o generando conflictos de competencia por la posesión o dominio; por ejemplo, erigiendo un monumento permanente, constituyendo ello una expropiación a toda la ciudadanía, y transformando en la práctica a un espacio público en un bien privado y excluyente.

Por todo lo expresado, reafirmamos nuestro compromiso y manifestamos nuestra voluntad de contribuir con el fortalecimiento de nuestra institucionalidad democrática, republicana y laica, poniéndonos – en este sentido – a las órdenes para colaborar con las autoridades y representantes nacionales y departamentales, en todo lo que se juzgue necesario y conveniente, animando la deliberación y compromiso de la ciudadanía en la defensa de la convivencia social armoniosa.

Asociación Civil 20 de Setiembre – Asociación Uruguaya de Libre-Pensadores

Asociación Internacional del Librepensamiento

Asoc. Civil 20 de Setiembre

Montevideo – Uruguay

WEB: www.20desetiembre.org

E-MAIL: secretaria@20desetiembre.org

Asoc. Uruguaya de Libre-Pensadores

WEB: https://aulp.uy

AILP: Proclama, 20 de Setiembre 2022

Cada 20 de Setiembre es una oportunidad para que los librepensadores del mundo se encuentren para desarrollar actividades que van desde lo académico y cultural hasta sencillas ofrendas florales. Y lo hacen unidos fraternalmente en homenaje a un personaje de la historia que es universal: Giuseppe Garibaldi.

Hoy, en decenas de ciudades de decenas de países, al pie de monumentos alusivos o simplemente en plazas o lugares públicos, hombres y mujeres libres recuerdan al «Héroe de Dos Mundos» a 140 años de su pasaje a la inmortalidad, poniendo de relieve lo que representó Garibaldi en la historia de la libertad de los pueblos y de los ciudadanos, pero también resaltando su llamativa actualidad.

Efectivamente, este año se cumplen los 215 años del nacimiento, como los 140 años del fallecimiento de Giuseppe Garibaldi. Pero nosotros, los librepensadores además, celebramos esta fecha del 20 de setiembre como una de las más emblemáticas vinculadas a los ideales de libertad que Garibaldi levantó siempre durante toda su vida y en toda circunstancia. Pues, es un hecho significativo en la historia que justamente este día, pero en el año 1870, a través del episodio bélico conocido como la “Brecha de la Porta Pia” las fuerzas patrióticas italianas tomaron Roma, dándose así un paso trascendental para la unificación italiana. Garibaldi, personalmente, no estaba presente, pero sus ideales lideraban esas luchas y fueron combatientes inspirados en esos ideales quienes realizaron esa hazaña.

Pero, ese episodio bélico fue mucho más allá que posibilitar la unidad de la península itálica. La historia toma en cuenta que ahí se terminó asimismo con el último bastión en occidente, de lo que se conocía como “Estados de derecho divino”, es decir, regímenes políticos basados en el gobierno de la religión, católica en particular.

Y al vencerse el dogma religioso como instrumento político de gobierno, se lo empezó a conocer como el Día de la Libertad de Pensamiento, o Día del Librepensamiento. Episodio entonces que – simbólicamente – abrió paso a la lucha por la separación de los estados y las religiones, a estimular el pensamiento laico, y a consolidar los conceptos para la existencia de estados y regímenes políticos democráticos.

Y esto, tan sustancial, y tan de actualidad aun, es lo que ha unido para siempre a Garibaldi con las luchas por la libertad de conciencia, la libertad de pensamiento y la libertad de expresión, condiciones básicas sobre las cuales puede pensarse la construcción de una sociedad más justa, más igualitaria, más tolerante, más pacífica, en suma más humana.

Hoy, como librepensadores del siglo XXI, un siglo con complejidades nuevas, y un horizonte incierto para la Humanidad, donde muchas veces podemos ver el desánimo y la incertidumbre adueñarse de las conciencias, debemos, sin embargo, tener claro nuestro pensamiento y es que si la construcción del futuro pasa por la unidad de la humanidad, por la libertad y por la justicia, no necesitamos mucho más que beber de las fuentes garibaldinas, para reencontrarnos con el estímulo y el coraje necesarios para continuar trabajando en la edificación de un mundo nuevo.

Y por causa, pues, los valores que Garibaldi siempre exhibió, son ejemplo de su modernidad, y se constituyen en una fuente de inspiración muy potente para todos quienes desean hacer algo para mejorar nuestro mundo actual, y proponerse avanzar hacia el futuro.

Vale la pena detenerse en algunos de ellos. Por ejemplo, la Unidad.

I) Garibaldi luchó empecinadamente por unir su pueblo, fragmentado, ocupado por el extranjero, dominado. Resignó todo por la unidad italiana. Y toda su lucha lo llevó por ese camino, aun teniendo que enfrentar la adversidad de los localismos y los espíritus estrechos. Por la unidad de su pueblo, postergó – en ocasiones – algunos de sus más caros ideales.

Hoy a nosotros nos toca vivir otro momento de la historia. Ya no estamos en la urgencia de crear estados nacionales, sino en considerar la unidad de pueblos y países por encima de los egoísmos de manera de hacer frente a los peligros globales que nos acechan. Unidad para combatir las agresiones y las guerras de conquista. Unidad para hacer frente al cambio climático. Unidad para defender la democracia de los crecientes autoritarismos y populismos. Unidad para impulsar una mayor igualdad y justicia y defender a los más vulnerables y oprimidos. Unidad para oponernos a los dogmas ideológicos, políticos, económicos o religiosos tras los cuales se canalizan proyectos de dominación del ser humano y su conciencia. Unidad para defender a escala global la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, como una guía fundamental para la convivencia.

Esto y solo esto es lo que nos permitirá plantearnos una proyección y un destino como Humanidad. Garibaldi ya nos lo decía: “hay que dejar de lado las pasiones … y en conocimiento de la alta misión que {se} nos ha confiado, cumplir en crear la unidad moral … ”.

II) La Libertad, también fue un valor encarnado vivamente por Garibaldi. El lo dijo de esta manera: “ … es deber de todo hombre libre luchar por la libertad, en cualquier lugar en que haya tiranía, sin distinción de tierra ni de pueblo, porque la libertad es patrimonio de la humanidad”.

Y qué bueno señalar esto cuando actualmente hay pueblos que sufren defendiendo su libertad!!! La lucha por la libertad tiene sus riesgos, pero es necesaria para conseguir la dignidad de los pueblos.

Este aspecto esencialmente libertario que vemos en Garibaldi, no es un arrebato romántico, sino que es propia de una concepción republicana profunda, que Garibaldi sostuvo durante toda su vida y fue guía de su conducta cívica y orientador de sus combates. Ideales republicanos que tienen unos componentes valóricos básicos sin los cuales no podría existir un régimen político republicano.

Por un lado una concepción “anti-tiránica”, contraria a toda dominación. Es decir, la reivindicación de la libertad como esencia común a toda idea del republicanismo; y además la persistente defensa de ciertos valores cívicos, indispensables justamente para lograr la libertad deseada.

Y esos valores esenciales que el republicanismo exalta, y que Garibaldi compartió integralmente, sin dudas son: la igualdad, la simplicidad, la prudencia, la honestidad, la benevolencia, así como la frugalidad, el patriotismo, la integridad, la sobriedad, la abnegación, la laboriosidad, el amor a la justicia, la generosidad, la nobleza, el coraje, el activismo cívico, la solidaridad, y de una manera genérica, abarcativa de la virtud republicana más auténtica, el compromiso con la suerte de los demás.

Entonces, cuando hablamos del republicanismo, estamos hablando de algo más que una teoría; estamos haciendo una referencia a un estilo de vida particular que debiera ser la de un ciudadano virtuoso, al servicio de su comunidad. Y de una propuesta de organización social, donde la idea básica es la independencia, autonomía y soberanía del ciudadano. Por ello, una consecuencia es que no todo lo que se llama hoy “república” resiste el examen republicano del pensamiento garibaldino.

III) Otro aspecto absolutamente actual de Garibaldi es el cosmopolitismo. Garibaldi luchó por su Italia. Pero, para él las fronteras no eran físicas, sino valóricas. Luchar por la libertad para él no tenía fronteras. Y él era un ciudadano del mundo, con los valores del Humanismo que coloca al ser humano como el centro de toda cosa, de toda reflexión, de toda iniciativa. Estos son valores que nos impulsan a ir hacia los otros, ir al encuentro de los otros.

Hoy cuando el mundo deviene una inquietante “aldea planetaria”, con sus atrocidades, sus egoísmos, las persistentes desigualdades, la prepotencia de los hegemonismos y el chantaje de los terroristas, la violencia y las agresiones, la explotación del otro, verificada cruelmente en la esclavitud de los niños y la opresión de la mujer, trabajar por el cosmopolitismo de las ideas, del pensamiento, de los seres y de las culturas representa el porvenir, y es el solo medio de conocerse, y de crear las condiciones para vivir juntos a escala planetaria, con fraternidad, con justicia, con dignidad. Y en esto también Garibaldi nos inspira hacia este gran desafío, que es construir los valores de un encuentro a escala planetaria que permita echar las bases para construir la civilización humanista del futuro.

IV) Otro de los valores de Garibaldi, absolutamente actual, es el que se refiere a la sensibilidad social. Garibaldi no solo luchó por el derecho de las naciones. Luchó también por el derecho de los esclavos, los explotados, los oprimidos de toda clases, los desheredados de todo. Luchó por la igualdad de hombres y mujeres. Hoy ésta debe seguir siendo una conducta y un valor fundamental: el servir a los demás pasa, sin dudas, por desarrollar la solidaridad hacia los sectores más débiles de una sociedad, aquellos que no pueden recurrir a nadie, aquellos que se encuentran agobiados por la soledad, la pobreza, el desinterés, y en particular, los niños y los ancianos. Debemos impregnar nuestras mentes y nuestros corazones de que una sociedad será tan fuerte, como el más débil de sus integrantes, para entender de esta manera, que una sociedad bien organizada no puede ignorar a quienes sufren, están marginalizados, sufren la violencia o son explotados.

V) Y por último, señalar que Garibaldi celebró la toma de Roma y la caída del poder temporal de la iglesia, no por que fuera anticlerical, como se dice a veces, de manera liviana. Garibaldi sostenía que la separación de la iglesia y el Estado era un elemento fundamental del progreso social, pues en su concepción, el Estado no debe tener ni religión ni ideología política “oficial”, ni representar ninguna tendencia en ese sentido. El Estado debe ser laico, es decir, poseer una neutralidad en materia ideológica o religiosa que le permita ser una garantía para todos, sean creyentes o no en esas ideas, pues el estado ve ciudadanos soberanos y no adherentes a tal o cual idea o creencia.

Y hoy cuando vemos tantos lugares donde no existe la separación entre lo religioso o ideológico y los Estados, y los ciudadanos deben sufrir en carne propia las arbitrariedades del poder político en nombre de un dogma religioso o ideológico, no podemos más que admirar el temprano pensamiento garibaldino al respecto.

Como podemos apreciar, Garibaldi, su pensamiento y sus valores, tienen una real vigencia; y es entonces y bien, una fuente de inspiración para ayudarnos a encontrar una orientación, una perspectiva, enfocada a los problemas a que nos vemos enfrentados en la actualidad. Naturalmente, estamos hablando de una fuente de inspiración. Pero, ¡que formidable fuente de inspiración podemos tener a nuestro alcance!

Garibaldi fue promotor de ideales fuertes en su país y en el mundo, ideales de democracia, ideales republicanos. Hoy necesitamos de su ejemplo de combatiente para luchar por el Humanismo, la libertad, la unidad de los pueblos, la sensibilidad social, el cosmopolitismo y por la paz.

Este 20 de setiembre, una vez más, los librepensadores damos nuestro mensaje: ¡¡¡Que viva por siempre Giuseppe Garibaldi, ciudadano del mundo!!!

Elbio Laxalte Terra, Portavoz de la AILP

9 de diciembre de 2021: Día Internacional del Laicismo y de la Libertad de Conciencia

DECLARACIÓN PÚBLICA

Asociación Civil 20 de Setiembre   

Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP)         

Asociación Civil Trazos

Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP)

Montevideo, 9 de diciembre de 2021

A la ciudadanía:

Hoy se celebra el Día Internacional del Laicismo y de la Libertad de Conciencia,  conmemorando la aprobación de la ley del 9 de diciembre de 1905 que consagra el Estado Laico en Francia, de acuerdo a lo dispuesto por la ONU, coincidiendo el día con la aprobación de la Constitución de 1931 de la Segunda República Española, que establecía el mismo principio.

En varios países latinoamericanos la consagración de la Laicidad del Estado se fraguó en el mismo tiempo histórico y en Uruguay específicamente, se estableció en la Constitución plebiscitada en 1918 y que entró en vigencia en 1919, luego de un arduo proceso de construcción secularizadora. El texto constitucional uruguayo consagra simultáneamente la libertad de cultos y la laicidad del Estado, es decir que las personas y las diferentes concepciones tienen garantizada la libre expresión y manifestación de sus ideas, pero el Estado se abstiene de intervenir o interferir en las convicciones de la ciudadanía. El art. 5º de la Constitución de la República es muy claro y preciso: “Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna.”

La actual coyuntura económica, social, cultural y política, queda de manifiesto la necesidad de consolidar la institucionalidad laica en los países que existe y promover su construcción en aquellas sociedades que aún no la han alcanzado. Este aspecto es clave para poner a las sociedades a resguardo del oportunismo dogmático y populista.  Sin embargo,  es más importante aún, que la ciudadanía asuma al laicismo como la concepción que garantiza el pleno goce de los derechos de todas las personas, sin favoritismos de ninguna naturaleza, pues en el libre intercambio y en igualdad de condiciones de las diferentes expresiones de la ciudadanía, es posible la convivencia armoniosa y sin condiciones de dominación. El Estado no debe ser en ningún caso un espacio para la competencia ni un botín – simbólico y en recursos financieros – a repartir entre las diferentes concepciones, sino la expresión del “bien común” de la sociedad.

En este marco, la Asociación Civil 20 de Setiembre, la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores, la Asociación Civil Trazos, integrantes de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento,

Declaran:

  1. Reafirmar la necesidad de consolidar la institucionalidad democrática, republicana y laica, en el entendido que ella brinda las herramientas para la construcción de ciudadanía, creándose así condiciones para lograr conquistas relacionadas con la emancipación humana y el compromiso consciente de su defensa.
  2. Mantenerse alertas ante los intentos oportunistas y demagógicos de algunas concepciones religiosas que a través de diferentes mecanismos, buscan colonizar el Estado, estableciendo de esa forma condiciones de dominación y privilegio, y simultáneamente de segregación hacia otras expresiones de la sociedad que son expresamente excluidas.
  3. Denunciar la reiterada violación a la Laicidad del Estado – en sus instalaciones específicas y en el espacio público – instalando simbología de carácter religioso, utilizándose los recursos financieros públicos – que son de toda la sociedad- para promover a algunas concepciones y simultáneamente segregar a otras, aprovechando la oportunidad de la celebración de las tradicionales fiestas de fin de año. Esta flagrante violación a la laicidad y vulneración de derechos de la ciudadanía no contemplada en esa representación simbólica, es protagonizada por numerosos organismos estatales, varios gobiernos departamentales y locales o municipales.
  4. Manifestar la preocupación y denunciar los reiterados ataques a la laicidad del Estado por parte de algunos representantes políticos. Como ejemplo de ello, cabe citar algunas intervenciones parlamentarias como las del senador Guillermo Domenech (Cabildo Abierto) promoviendo discursos de proselitismo religioso, o el diputado Rodrigo Goñi (Partido Nacional), interponiendo argumentos religiosos en su oposición al proyecto de eutanasia. Ambos legisladores tienen derecho – naturalmente – a expresar sus concepciones, pero sin olvidar que sus obligaciones están señaladas en la promesa de toma posesión del cargo  que expresamente preceptúan que un legislador debe “obrar en todo conforme a la Constitución de la República”. Preocupan también los ataques a la laicidad del Estado del intendente de Salto Andrés Lima (Frente Amplio), el de Rivera Richard Sander (Partido Colorado), o la intendenta de San José Ana María Bentaberri (Partido Nacional), promoviendo celebraciones religiosas en el departamento, violentando groseramente el art. 5º de la Constitución de la República que establece que “El Estado no sostiene religión alguna.”
  5. Llamar al sistema político, a los partidos y a los militantes de los mismos, a responsabilidad en la defensa de la institucionalidad republicana y laica. La actual situación se debe, en parte, a la banalización del problema y a la falta de compromiso de las dirigencias partidarias en defensa de estos principios. 
  6. Apoyar calurosa y enfáticamente proyectos legislativos que promuevan el libre albedrío y la libertad de conciencia. En particular, las asociaciones firmantes se comprometen a contribuir a la sana deliberación ciudadana que culmine con la aprobación de dos proyectos en particular. El de eutanasia o muerte digna, en el entendido que es un derecho humano fundamental que dignifica la vida, y el promovido en el departamento de Montevideo, que prohíbe la instalación de monumentos religiosos de carácter permanente, con vigencia a partir de que la norma sea aprobada, preservando el espacio público para el goce de toda la ciudadanía, sin favoritismos ni segregaciones arbitrarias. Ambos proyectos constituyen una reafirmación de la más rica tradición republicana y laica del Uruguay.
  7. Reafirmar el compromiso en la defensa de la educación pública laica y de calidad, y promoviendo que el Estado no financie a las instituciones educativas privadas, sea en forma directa o indirecta a través de mecanismos de exoneraciones tributarias o de “renuncia fiscal”.  
  8. Llamar a la ciudadanía a asumir el compromiso en la defensa de la institucionalidad laica, pues solo ella es la verdadera depositaria de la soberanía y por lo tanto, del control de las instituciones.
  9. Reafirmar el compromiso de las asociaciones firmantes de mantener en alto la antorcha de la defensa de estos principios, que son garantía de armonía, fraternidad, paz social y convivencia democrática y tolerante.

9 de Diciembre: Día Internacional del Laicismo y de la Libertad de Conciencia

Declaración Pública

Montevideo, 9 de diciembre de 2020

A la ciudadanía:

Hoy se celebra el Día Internacional del Laicismo y de la Libertad de Conciencia, conmemorando la aprobación de la ley del 9 de diciembre de 1905 que consagra el Estado Laico en Francia, de acuerdo a lo dispuesto por la ONU, coincidiendo el día con la aprobación de la Constitución de 1931 de la Segunda República Española, que establecía el mismo principio.

En algunos países latinoamericanos la consagración de la Laicidad del Estado se forjó en el mismo tiempo histórico y en Uruguay específicamente se estableció en la Constitución plebiscitada en 1918 y que entró en vigencia en 1919, luego de un proceso de construcción secularizadora. El texto constitucional uruguayo consagra simultáneamente la libertad de cultos y la laicidad del Estado, es decir que las personas y diferentes concepciones tienen garantizado el libre ejercicio de expresión y manifestación, pero el Estado se abstiene de intervenir o interferir en las convicciones de la ciudadanía. El art. 5º de la Constitución de la República es meridianamente claro al respecto: “Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna.”

La actual coyuntura de crisis sanitaria global y sus consecuencias económicas, sociales y políticas, reafirman la necesidad de consolidar la institucionalidad laica en los países que existe y promover su construcción en aquellas sociedades que aún no la han alcanzado. Siendo ello fundamental, es más importante aún, que la ciudadanía asuma al laicismo como la concepción que garantiza el pleno goce de los derechos de todos, sin favoritismos de ninguna naturaleza, pues en el libre intercambio y en igualdad de condiciones de las diferentes expresiones de la ciudadanía, es posible la convivencia armoniosa y sin condiciones de dominación. El Estado no debe ser en ningún caso un espacio para la competencia ni un botín a repartir entre las diferentes concepciones, sino la expresión del “bien común” de la sociedad. 

En este marco, la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores y la Asociación Civil 20 de Setiembre, integrantes de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento, 

Declaran: 

  1. Reafirmar la necesidad de consolidar la institucionalidad democrático, republicana y laica, en el entendido que ella brinda las herramientas para la construcción de ciudadanía, creándose así condiciones para lograr conquistas relacionadas con la emancipación humana y el compromiso consciente de su defensa. 
  2. Mantenerse alertas ante los intentos oportunistas y demagógicos de algunas concepciones religiosas que a través de diferentes mecanismos, buscan colonizar el Estado, estableciendo de esa forma condiciones de dominación y privilegio, y simultáneamente de segregación hacia otras expresiones de la sociedad que son expresamente excluidas. 
  3. Reafirmar el compromiso en la defensa de la educación pública laica y de calidad, y promoviendo que el Estado no financie a las instituciones educativas privadas, sea en forma directa o indirecta a través de mecanismos de exoneraciones tributarias o de “renuncia fiscal”.  
  4. Llamar a la ciudadanía a asumir el compromiso en la defensa de la institucionalidad laica, pues solo ella es la verdadera depositaria de la soberanía y por lo tanto, del control de las instituciones. 
  5. Reafirmar el compromiso de las asociaciones firmantes de mantener en alto la antorcha de la defensa de estos principios, que son garantía de armonía, paz social y convivencia democrática y tolerante.  

Asociación Civil 20 de Setiembre

Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP)          

Asociación Internacional de Libre Pensamiento (AILP)

Declaración Pública: Conmemoración de la Jura de la Constitución, 1830 – 2020

Boceto para la Jura de la Constitución de 1830, de Juan Manuel Blanes.

POR LA CONSOLIDACIÓN DE LA DEMOCRACIA REPUBLICANA Y LAICA

A la Ciudadanía:

El 18 de julio es un día de singular valor simbólico para los uruguayos. Se conmemora la Jura de la Constitución, que en magistral síntesis conceptual expresada por José Artigas en la Oración Inaugural del Congreso de abril de 1813, representa “las seguridades del contrato”. Es decir, el acuerdo y encuentro social que ofrece las garantías jurídicas a quienes habitan de forma permanente o transitoria nuestro territorio, estableciendo los límites a las arbitrariedades y posibles desbordes de poder. El discurso de referencia pronunciado por Artigas, nos advierte  al respecto: “Es muy veleidosa la probidad de los hombres, solo el freno de la Constitución puede afirmarla.”

La celebración de este 190 aniversario nos encuentra en una particular situación. La Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP) realiza en conmemoración de este acontecimiento su ya tradicional “Banquete Republicano”, siendo para nosotros un espacio de reafirmación de los principios de nuestra organización, a la vez que la posibilidad de confraternizar entre quienes compartimos ideales y el compromiso con la defensa de las instituciones republicanas y laicas. En la actual coyuntura de emergencia sanitaria relacionada con el COVID 19 y ante la imposibilidad de realizar este encuentro en el que compartimos el alimento, la AULP desea expresarse a través de la siguiente declaración.

La actual emergencia sanitaria de carácter global y sus consecuencias económicas, sociales, culturales y políticas, representan un desafío para la humanidad. En este marco, estamos siendo testigos de expresiones altruistas de humanismo, solidaridad y compromiso ciudadano, pero también, de la contracara: del egoísmo, falta de empatía, el poder de los grupos económicas, las tentaciones demagógicas y autoritarias de corte populista de algunos representantes políticos, y el oportunismo –también demagógico- del dogmatismo político y religioso de diverso origen, no alejado asimismo, de intereses lucrativos.

Denunciamos con firmeza la especulación financiera y comercial de los grandes grupos económicos en diferentes rubros, aprovechando la especial coyuntura y la desatención y el silencio de los medios masivos de comunicación, que quizás como en ninguna otra época de la humanidad han potenciado su capacidad de manipulación de la opinión pública. En este marco, las demandas de los sectores más vulnerables de la sociedad, quedan más postergadas de lo que estaban.

Asimismo, desde los sectores dogmáticos se aprovecha la oportunidad de desatención para –desde su perspectiva exclusivista y excluyente- atacar y atropellar a los principios y a la institucionalidad republicana y laica.

Ejemplo de ello, aunque antes de declararse la emergencia sanitaria, son las ceremonias religiosas organizadas expresamente para la instalación de las nuevas autoridades de los poderes Legislativo y Ejecutivo. En efecto, la primer ceremonia religiosa se realizó por parte de la iglesia católica el 17 de febrero en un supuesto homenaje a los parlamentarios que habían asumido sus bancas apenas dos días antes. En la misma, asisten numerosos legisladores de varios partidos políticos, varios futuros ministros que asumirían el 1º de marzo, así como los futuros Secretario y Pro Secretario del Presidente electo y el entonces embajador ante España y actual ministro de Relaciones Exteriores Francisco Bustillo.

La segunda ceremonia, que se denominó inter-religiosa, si bien se realizó en la catedral de Montevideo perteneciente a la Iglesia Católica y fue presidida por el cardenal Daniel Sturla, también participaron representantes de otros credos –también socios en el reclamo de transferencias y recursos estatales-, replicando la estrategia del llamado diálogo inter-religioso implementada desde los tiempos del mandato papal de Juan Pablo II. Esta ceremonia se realizó el 2 de marzo, apenas al día siguiente de la investidura de las nuevas autoridades del Poder Ejecutivo, constituyendo en esencia, el primer acto de gobierno de relevancia. En la oportunidad, la AULP junto a la Asociación Civil 20 de Setiembre, emitió una Declaración Pública denunciando la flagrante violación a la laicidad del Estado protagonizada por el Presidente de la República Luis Lacalle Pou, que estuvo acompañado por el Secretario y Pro Secretario de Presidencia de la República y varios de los ministros de Estado. Para reafirmar el carácter oficial que revistió la ceremonia religiosa, la página web oficial de Presidencia de la República publicó una crónica del hecho, acompañada de numerosas fotos del mismo.

En este mismo marco de vulneración y atropello a la laicidad del Estado y a la institucionalidad republicana, el 12 de abril se realizó una procesión católica en la ciudad de Florida (capital del departamento) con la utilización de toda la infraestructura estatal y en pleno desarrollo de la pandemia. En la misma, la estatua de San Cono fue trasladada por las calles de la ciudad en una camioneta oficial de la Intendencia de Florida que llevaba sendos parlantes y por los cuales se transmitían mensajes y música religiosa. El vehículo fue acompañado por personal policial en motos que abría el paso, y corroborando el carácter oficial del acontecimiento, la página de Facebook de la Intendencia de Florida transmitió “en vivo” el desarrollo del amplio recorrido por las calles de la ciudad. La publicación aún se encuentra en la página de la mencionada Intendencia.

Todo este proceso de vulneración de la laicidad del Estado, comenzado desde hace varios lustros en el Uruguay, desconociendo toda la normativa jurídica y en particular el art. 5º de la Constitución que expresamente señala que “el Estado no sostiene religión alguna”, y fuera denunciado en todas las oportunidades por la AULP, la Asociación Civil 20 de Setiembre, la Asociación Civil Trazos, entre otras organizaciones, se ha ido multiplicando, al punto de cuestionar el propio orden jurídico y la convivencia pacífica.

Ante la actual situación, la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP), integrante de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP)

DECLARA:

  1. Reafirmar el compromiso en la defensa de las instituciones democrático-republicanas y laicas, garantía de la libre manifestación de todas las convicciones en igualdad de condiciones y sin privilegios de ninguna naturaleza.
  2. Reafirmar asimismo, el compromiso de solidaridad y de trabajar en mecanismos que promuevan políticas de integración social, alejadas de soluciones facilistas y demagógicas, pero que atiendan particularmente a los sectores más vulnerables de la sociedad. La emancipación humana debe ser integral: una persona no puede ejercer cabalmente el libre pensamiento,  si antes no pudo alimentar su estómago ni dormir bajo un techo.  
  3. Rechazar las estrategias especulativas de los grupos económicos, así como las actividades de lobby de los intereses corporativos de diverso origen, pues todas ellas son contrarias a la búsqueda del “bien común” y de la convivencia armoniosa de la sociedad.
  4. La necesidad de fortalecer a la educación pública y a sus pilares fundamentales de laicidad, gratuidad y obligatoriedad, pues ellos son garantía de la construcción de ciudadanía. Inspirados en estos principios, reafirmamos asimismo, la necesidad de una educación pública de calidad, que promueva el autoexamen, el libre albedrío y el uso de la razón. Rechazamos, en consecuencia, todo tipo de transferencia de recursos financieros públicos a educación privada, sea a través de mecanismos directos como indirectos.
  5. Convocar a la ciudadanía al compromiso activo y al combate de ideas en la defensa de todos estos principios, pues de su participación depende la fortaleza de los mismos.

Asociación Uruguaya de Libre Pensadores  (AULP), Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP)

Nota de Prensa: Sobre la participación del presidente Lacalle Pou en ceremonia religiosa (Revista Galería)

Posted on 14 marzo, 2020 by in Prensa

Nota de prensa: Revista Galería. 14 de Marzo de 2020

En el país más laico del continente más católico, cada vez que el Estado y la Iglesia se acercan, como la participación del presidente en una oración, se replica el debate sobre la laicidad.

Ir a Revista Galería.

Declaración Pública: Violación de la Laicidad del Presidente Luis Lacalle Pou al participar de una ceremonia religiosa

Fuente: Santiago Mazzarovich (reportero gráfico).

El pasado 2 de marzo, un día después de haber asumido el mando, el Presidente de la República Luis Alberto Lacalle Pou participó de una ceremonia religiosa en catedral de Montevideo convocada por la Conferencia Episcopal del Uruguay (Iglesia Católica) y otras cinco organizaciones religiosas. En la ceremonia presidida por el cardenal Daniel Sturla, también participaron el Secretario de Presidencia Álvaro Delgado y el Pro Secretario Rodrigo Ferrés. Asimismo, el presidente Lacalle Pou fue acompañado en delegación oficial por algunos ministros del gabinete, entre ellos, Jorge Larrañaga (Interior), Azucena Arbeleche (Economía y Finanzas), Javier García (Defensa Nacional), Pablo Bartol (Desarrollo Social), Luis Alberto Heber (Transporte y Obras Públicas), Carlos María Uriarte (Ganadería Agricultura y Pesca) y Pablo Mieres (Trabajo y Seguridad Social).

De acuerdo a la normativa jurídica uruguaya, el presidente Lacalle Pou es el jefe de Estado, tal como lo establece el art. 159 de la Constitución de la República: “El Presidente de la República tendrá la representación del Estado en el interior y en el exterior.” Ello implica que, por su investidura, ejerce la representatividad del Estado en todo lugar, hora y circunstancia, por el período por el que fue electo por la ciudadanía, sin interrupciones, salvo las previstas por vacancia temporal, de acuerdo a lo que señalan las normas. En opinión del reconocido y destacado catedrático constitucionalista Dr. Horacio Casinelli Muñoz –ya fallecido- los derechos y obligaciones y representatividad del Presidente de la República, sólo caducan cuando abandona el poder en forma definitiva, pues incluso encontrándose en el exterior del país, continúa siendo el jefe de Estado. Por lo tanto, de acuerdo a ello, el Presidente de la República debe ajustarse a lo que prescribe el art. 5º de la Constitución de la República, vigente desde 1919, y que simultáneamente consagra la libertad de cultos y el Estado Laico: “Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna.”

Fuente: Página Web de Presidencia de la República

Los ataques a la laicidad del Estado e intentos de colonizarlo, por parte de algunas organizaciones religiosas, y en particular por parte de la Iglesia Católica han sido constantes en las últimas décadas, cabiéndole gran responsabilidad a las dirigencias de los partidos políticos –aunque en todos ellos existen dirigentes, militantes, y ciudadanía del llano defensora de la laicidad- y a las administraciones o gobiernos nacionales y departamentales, que han banalizado y contribuido a tergiversar el concepto de laicidad.

En este sentido, la realización de una misa católica promovida por el presidente José Mujica en diciembre del año 2012, de la cual también participó, a los efectos de rezar por la salud del presidente venezolano Hugo Chávez, constituyó una grave transgresión a las fronteras del Estado Laico.

Sin embargo, la ceremonia religiosa del pasado 2 de marzo, organizada específicamente para conmemorar la asunción de un nuevo gobierno, con la participación del Presidente de la República, es de una gravedad inusitada en nuestra vida institucional, siendo la primera vez en cien años de vigencia del principio constitucional que consagra el Estado Laico, que se realiza con esa finalidad específica, rememorando los Te Deum del siglo XIX, según lo ha reconocido el cardenal Daniel Sturla en declaraciones de prensa. El Presidente de la República –como “representante” o jefe de Estado- ha derribado las fronteras de la Laicidad del Estado y abre paso a las confrontaciones, disputas de poder y de espacios en la órbita estatal –incluyendo presupuesto estatal, visto como botín de piratería-, de las diferentes congregaciones religiosas y corporaciones.

Un elemento probatorio más de la violación a la laicidad del Estado –aunque de no haber existido, la misma también se habría configurado
– es la publicación de la ceremonia religiosa en la página web de Presidencia de la República, incluyendo numerosas fotos del acontecimiento, así como también cuentas oficiales de las redes sociales Facebook y Twitter. Asimismo, la Iglesia Católica hizo alarde del hecho, resaltando la participación del presidente Lacalle Pou y parte de su elenco de gobierno, a través de sus medios de comunicación.

Fuente: Página Web de Presidencia de la República

Ante este hecho, la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP) y la Asociación Civil 20 de Setiembre, integrantes de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP),

DECLARAN:

  1. Denunciar la violación a la Laicidad del Estado por parte del Presidente de la República Luis Lacalle Pou, al participar en la ceremonia religiosa del 2 de marzo de 2020. En su calidad de jefe o representante del Estado (art. 159 de la Constitución de la República), cuyas atribuciones, funciones y obligaciones mantiene durante todo el período de su investidura, violó el art. 5º de la Carta Magna que señala: “El Estado no sostiene religión alguna.”
  2. Afirmar que los conceptos de laicidad y laicismo están íntimamente relacionados. El primero es el principio que establece la separación de las concepciones religiosas del Estado, y en consecuencia, es el espacio de la sociedad civil en el que creyentes y no creyentes pueden expresarse libremente en igualdad de condiciones. En tanto el laicismo es la doctrina que le da sustento a la laicidad.
  3. Rechazar las tesis de la Iglesia Católica de la llamada “laicidad positiva” o “inclusiva”, así como el señalamiento que realiza de una aparente contradicción entre laicidad y laicismo, por constituir una tergiversación de los conceptos, con la finalidad de destruir y avasallar a la laicidad, estableciendo condiciones de dominación.
  4. Advertir a la ciudadanía acerca de la estrategia colonizadora de la Iglesia Católica, que en abierta competencia con otras expresiones religiosas que han crecido en las últimas décadas, entre ellas las iglesias pentecostales y sus vínculos con el poder en varios países latinoamericanos y también en Uruguay, u otras relacionadas con la cultura new age, busca recuperar y ganar espacios de poder, que incluye el reclamo de mayores transferencias directas o indirectas del presupuesto estatal; más allá de lo religioso, este asunto también “es por plata”. 
  5. Advertir a las diversas organizaciones religiosas acerca de la mencionada estrategia colonizadora de la Iglesia Católica, que elige a solo a algunos interlocutores para legitimar sus objetivos y simultáneamente, segregar a aquellas organizaciones que no le son convenientes a sus fines. Hay que recordar que al poco tiempo de asumir como arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla propuso la creación de una “Oficina de Asuntos Religiosos”, según él, con la potestad de determinar cuáles son los cultos válidos, violentando grosera e impúdicamente la libertad de cultos consagrada en la Constitución de la República, rememorando el tristemente célebre Tribunal de la Inquisición.
  6. Advertir a la ciudadanía, que los ataques a la laicidad y las grietas que se le intentan hacer al Estado Laico, son en definitiva, golpes a la convivencia pacífica, tolerante y armoniosa entre los integrantes de la sociedad. Las violaciones a la laicidad traen como consecuencia la instauración de un grupo de personas que ostentan privilegios –los que forman parte del festín y del reparto del presupuesto estatal- y de otros sectores de la sociedad que son segregados. Derribar los muros del Estado Laico supone clasificar a la ciudadanía en categorías A, B, o C, de triste memoria en la historia reciente de Uruguay y la región, estableciendo condiciones de dominación, y de segregación y vulneración de derechos, sea por razones sociales, religiosas o sexuales.
  7. Llamar a responsabilidad a la dirigencia de los partidos políticos y organizaciones sociales -en tanto que representantes del cuerpo social y político de nuestro país- para que asuman la defensa de la laicidad y el Estado Laico, como el medio institucional que garantiza los derechos de toda la ciudadanía.
  8. Llamar a toda la ciudadanía a la defensa activa de la laicidad y el Estado Laico, pues es la institucionalidad republicana y laica la que brinda todas las garantías para la convivencia pacífica y armoniosa, evitando las imposiciones, los  “supremacismos” y la segregación. Las instituciones republicanas y laicas le permite a la sociedad encontrar caminos para la búsqueda del bien común.

Asociación Uruguaya de Libre Pensadores; Asociación Civil 20 de Setiembre; Asociación Internacional de Libre Pensamiento.

Acceder al sitio oficial de Presidencia de la República.

Celebraciones 20 de Setiembre de 2019: Día Internacional del Librepensamiento

Centenario del Estado Laico

El 20 de setiembre pasado – como desde el año 2005 hasta la fecha – en forma ininterrumpida, varias organizaciones de definiciones vinculadas al librepensamiento, el laicismo y el republicanismo, se celebró el Día Internacional del Librepensamiento.

En la oportunidad, la Asociación Civil 20 de Setiembre, la Asociación Uruguaya de Libre-Pensadores y la Asociación Civil Trazos, convocaron a sus asociados y ciudadanía en general, a celebrar el librepensamiento como herramienta racional capaz de generar pensamiento crítico y la posibilidad de que como personas seamos capaces de someter todos los asuntos al libre examen de nuestra conciencia.

El 20 de setiembre es el día que conmemora el triunfo de las fuerzas que en 1870 bregaban por la unidad italiana, venciendo al último escollo – el poder papal representado por Pío IX – y por ello, ha pasado a ser símbolo del Librepensamiento, el triunfo de la razón sobre el despotismo.

Acto en Montevideo

Discurso de Víctor A. Rodríguez Otheguy (Presidente de la Asociación Uruguaya de Libre-Pensadores)

Presidente de la AULP, Victor Rodriguez Otheguy

Hoy, como cada 20 de setiembre, los librepensadores en Uruguay y en diferentes rincones del mundo, celebramos el Día Internacional del Librepensamiento.
Al rememorar el triunfo de las fuerzas italianas que buscaban la unificación del territorio y simultáneamente vencer al último bastión del poder papal en Roma –representado por el papa Pío IX que había autoproclamado su infalibilidad – celebramos el triunfo de la razón sobre el dogmatismo, de la libertad e igualdad sobre el despotismo, de la luz sobre el oscurantismo.
Recogemos la antorcha y la espada que nos legaran los republicanos camisas rojas garibaldinas y con ellas el compromiso por defender los ideales de libertad, igualdad, justicia, laicidad, tolerancia y fraternidad.
Una persona librepensadora, ante todo, es alguien que actúa en la búsqueda del bien común, que utilizando como herramienta el pensamiento crítico, analiza los temas bajo el libre examen de su conciencia, sin esperar a cambio ningún tipo de recompensa. Con este rasgo marcado a fuego en su corazón, tiene la fortaleza de sobreponerse a las adversidades y la capacidad de luchar contra todo tipo de sometimiento, sea de la naturaleza que fuere.

Vicepresidenta de la Asoc. Civil 20 de Setiembre, Nancy Medina

El Manifiesto constitutivo de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP), de la cual son miembros la Asociación Civil 20 de Setiembre, la Asociación Civil Trazos y la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores (AULP), señala como rasgo definitorio esencial: “El Librepensamiento es laico, democrático y social, es decir que rechaza, en nombre de la dignidad de la persona humana, este triple yugo: el poder abusivo de la autoridad en materia religiosa, el privilegio en materia política y la explotación en materia económica”. Queridas y queridos amigos, el corazón combatiente de los librepensadores nos lleva a situarnos – siempre – en la trinchera de los perseguidos, oprimidos, desposeídos y desvalidos.
Éstos son para el mundo y la región circunstancias muy particulares, en las que resurgen discursos de odio y segregación, como la xenofobia, el racismo, la homofobia, la aporofobia, o rechazo hacia los sectores más pobres y de menor poder adquisitivo de la sociedad; en el que los grandes poderes económicos, sean de escala mundial, regional o nacional, tienen la capacidad de ejercer su influencia e incluso torcerle el brazo a los Estados y de imponer condiciones; de las luchas de poder de las diferentes concepciones dogmáticas para colonizar los Estados y obviamente usufructuar los recursos que son de toda la sociedad, tomándolo como un botín, cual asaltantes, que además con extrema hipocresía, se atreven a autoproclamarse defensores de la moral; o el resurgimiento de regímenes autoritarios y dictatoriales, algunos de los cuales buscan legitimarse manipulando a las masas sociales oprimidas.

José Pablo Folena dando lectura al mensaje del Portavoz de la Asociación Internacional de Pensamiento (AILP), Elbio Laxalte Terra

En Uruguay, la AULP y las asociaciones amigas, hemos tenido una conducta clara y contundente en todos estos temas. Hemos denunciado todos los ataques a los principios recién enunciados en el Manifiesto de la Asociación Internacional del Libre Pensamiento (AILP), siempre desde la absoluta independencia desde el punto de vista político y religioso, y de la Libertad absoluta de conciencia como principio cardinal de todos sus integrantes.
Así, hemos denunciado los constantes ataques a la laicidad del Estado y los intentos de colonización de este, tanto en las instituciones públicas nacionales como en las departamentales.
Denunciamos, a través de declaraciones públicas y en medios de prensa, por ejemplo, la grosera violación a la laicidad del Estado protagonizada por el entonces Comandante en Jefe del Ejército Gral. Guido Manini Ríos en el año 2016, al participar en carácter oficial de una misa en la catedral de Montevideo, en la que, además hizo uso de la palabra y le entregó un obsequio al cardenal Daniel Sturla, “en nombre del Ejército Nacional”, según sus propias palabras, violando una ley vigente aprobada en 1911 y la Constitución de la República, todo ello, bajo el amparo del entonces ministro de Defensa Nacional Eleuterio Fernández Huidobro. Ante la reiteración de la violación de la laicidad en los años siguientes de este jerarca estatal como del actual Comandante en Jefe, el Gral. Claudio Feola, también reiteramos nuestra denuncia. Denunciamos, asimismo, la violación a la laicidad del Estado protagonizada por algunos gobiernos departamentales, como el de Rivera, que organizó y auspició una actividad de carácter religioso denominado “Rivera brilla”, o el de Cerro Largo, que levantó un monumento a la Biblia promovido por algunas iglesias evangélicas y neo-pentecostales, violando el espacio público que es para el uso y goce de todos los ciudadanos, sin que importen sus concepciones religiosas y filosóficas particulares.
Recientemente, el 25 de agosto, el Intendente del departamento de Soriano Agustín Bascou, acompañado de otras autoridades departamentales y parlamentarios, incluso hasta por candidatos a la diputación del departamento de varios partidos políticos, participó de una misa en la catedral de Mercedes, todos ellos, portando el pabellón nacional, es decir, un símbolo del Estado. Pareciera como que para algunos políticos de nuestro país ponerse de rodillas ante la autoridad religiosa se justifica, si a cambio esa conducta sumisa le trae algunos votos. Quienes son representantes del Estado, no advierten, sin embargo, que como tales, lo que hacen es poner de rodillas al Estado, ello es muy grave desde el punto de vista jurídico y político porque constituye una flagrante violación de la laicidad del Estado, pero también lo es desde el punto de vista moral, porque en los hechos, reivindican el sometimiento del Estado y por ende de toda la sociedad uruguaya a una concepción religiosa.
En estos días, entre los temas de campaña electoral, uno de los asuntos centrales es el de la educación, tanto por su naturaleza intrínseca como por las implicancias que el mismo tiene en relación con cómo se concibe la misma.

Ofrenda floral a José Garibaldi, Montevideo

En muchos países y también en Uruguay, se ha producido una alianza entre los poderes económicos y grupos empresariales y algunas concepciones dogmáticas, en particular, la Iglesia Católica. En nuestro país, por ejemplo, mediante el mecanismo impositivo de la llamada “renuncia fiscal”, el Estado les transfiere indirectamente cuantiosos recursos a algunas instituciones educativas privadas. El mecanismo establece que una empresa que “done” a una institución puede exonerar hasta el 83% del impuesto denominado IRAE, resultando de ello, que, en realidad, de cada $ 100 pesos que una empresa supuestamente “dona” (una cadena de supermercados, o un banco Internacional, por ejemplo), en realidad su aporte es de solo $ 17, los $ 83 restantes son aporte estatal, es decir, del conjunto de la sociedad. Ello es una aberración y constituye una grave herida a la institucionalidad republicana, pues un poder económico particular sustituye al parlamento – la autoridad legítima en una democracia republicana – en la asignación de recursos estatales. Pero también es muy grave desde el punto de vista ético, en la medida que el Estado, de forma indirecta, está contribuyendo con una institución privada, expropiándole recursos a las instituciones educativas públicas, que deben enfrentar carencias de todo tipo. Por esa razón, desde la Asociación Uruguaya de Libre Pensadores haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que esta normativa sea derogada y el Estado invierta sus recursos solamente en la Educación Pública, la que, desde ya, reivindicamos que sea de calidad y contribuya a forjar ciudadanía, teniendo que afrontar algunos cambios para ello, pero siempre transitando caminos de deliberación que involucren a la sociedad.
El tiempo por venir, queridas amigas y amigos librepensadores es de lucha. Nos tendrá que encontrar unidos, conscientes que nuestra principal herramienta y fortaleza es la Libertad absoluta de conciencia. Este factor nos aglutina y permite ver la naturaleza de las cosas y los problemas, más allá de las legítimas pertenencias políticas o no, de cada uno.
Este año celebramos el Centenario del Estado Laico, es decir, los 100 años de entrada en vigencia del principio constitucional consagrado en el art. 5º que dice: “Todos los cultos religiosos son libres en el Uruguay. El Estado no sostiene religión alguna.” Que este principio y la celebración de este, así como el día que hoy nos convoca al pie del monumento al insigne republicano José Garibaldi, sea nuestro estandarte con el que enfrentaremos las adversidades y al dogmatismo político y religioso. Que sea también el abrigo de todos los que sufren persecuciones por razones políticas, religiosas o por la orientación sexual, y de todos aquellos que privados de las condiciones que afectan gravemente la dignidad humana, no pueden compartir el pan en una mesa.
Por un futuro de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
¡Viva el Librepensamiento!
¡Viva la República!
¡Viva el Estado Laico!

Acto en RIVERA

Discurso de Raúl Bula (Vice-presidente de la Asociación Uruguaya de Libre-Pensadores)

Nos hemos congregado al pie del monumento al prócer José Artigas, para realizar nuestro sencillo homenaje por el Día Internacional del Librepensamiento que se está celebrando hoy, al llamado de la Asociación Uruguaya de Libre-Pensadores (AULP) y de la Asociación Civil TRAZOS, como lo han hecho a lo largo de esta jornada otros de nuestros compañeros en otros puntos del país, por ejemplo en Montevideo convocados por la también amiga Asociación 20 de Setiembre. Y lo hacemos, como exhibe esta pancarta, recordando a José Garibaldi y sus fuerzas, quienes un 20 de Setiembre como hoy, pero de 1870, entraban en Roma tomando el último bastión de los Estados de derecho divino, logrando así la unificación de Italia.

Ofrenda floral al Gral. José Artigas, Ciudad de Rivera

José Garibaldi que también recordamos hoy en esta frontera, por su participación en la Revolución Farroupilha, quién tuvo en Anita representada aquí, a la compañera de lucha y al amor, síntesis de esa búsqueda y de ese combate por la Libertad en tierras brasileñas. Fue héroe junto a su legión italiana en el sitio de Montevideo en la Guerra Grande y en su pasaje por nuestro país, se destacó por su valor, austeridad, republicanismo y espíritu universalista que siempre le animó hasta el fin de su vida.
José Garibaldi, el héroe de dos mundos, es para nosotros paradigma del librepensador, del militante incansable de la causa de la regeneración humana que por su valor, entrega desinteresada y heroísmo es capaz de vencer los obstáculos de su tiempo, en pos de la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad Absoluta de Conciencia.
Por todos los librepensadores de ayer y por todos los de hoy esparcidos sobre la faz de la tierra, felices o infelices, y especialmente por los que son perseguidos por su condición de tales, depositamos al pie del monumento a José Artigas, esta ofrenda floral. En nombre de ambas asociaciones, AULP y TRAZOS, gracias por vuestra presencia comprometida y militante.
Tengamos siempre presente que nuestra lucha es contra los dogmas, sean del signo que sean, porque ellos esclavizan la inteligencia y la conciencia del ser humano.
Por José Garibaldi, por Anita Garibaldi, por el Librepensamiento, por la República laica, democrática y social: ¡Viva, Viva, Viva!