“La educación, que da y exige el Estado, no tiene por fin afiliar al niño a ésta o a aquella comunidad religiosa, sino prepararlo convenientemente, para la vida de ciudadano.” (José Pedro Varela)
A la ciudadanía:
Uno de los rasgos distintivos de la democracia uruguaya y de sus instituciones republicanas, es la laicidad del Estado, forjada en un largo proceso de construcción y de maduración de la sociedad. Ella ha sido el factor clave que explica en el largo plazo, la armonía, la ausencia de conflictos religiosos, la paz y la integración social, garantizando condiciones para el ejercicio pleno de las libertades -en particular la libertad de conciencia y de pensamiento- y la conquista de espacios de igualdad y de construcción de ciudadanía. (Seguir leyendo)